ENTREVISTA A GONZALO PALOMO GUIJARRO. DOCTOR EN VETERINARIA Y EDUCADOR EN MANEJO HOLÍSTICO

Breve bio: Gonzalo Palomo es veterinario licenciado y doctorado en veterinaria por la Universidad de Extremadura (2004 y 2011) y Educador en Manejo Holístico por el Savory Institute. Actualmente forma parte del equipo MOSAICO de la Universidad de Extremadura para generar un nuevo modelo de ordenación territorial en Sierra de Gata y Las Hurdes.

Desde 2011 se dedica a la consultoría y la formación centrado en sanidad animal y agricultura ecológica. Ha impartido más de 1.000 horas de formación, dirigido estudios y realizado proyectos formativos, de comunicación y de planificación estratégica para empresas y asociaciones.

A finales de 2012 se embarcó junto a otros profesionales de la más variada procedencia en una iniciativa cooperativa para aportar valor al sector agroalimentario: ACTYVA, S. Coop,, de la que fue presidente hasta noviembre de 2017.

1) ¿Podría resumir cuál ha sido su trayectoria a lo largo de su vida profesional? Cómo empieza su interés por la ganadería y hacia dónde evoluciona.

Mis primeros pasos profesionales estuvieron orientados a la conservación de fauna salvaje. Con un intermedio como jornalero, en clínica de mascotas y saneamiento ganadero recalé en el Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de Extremadura para estudiar la resistencia a los antibióticos de las enterobacterias e impartir docencia en Microbiología. Descubrimos que el sistema de manejo influía directamente en el nivel de antibiorresistencia y empecé a interesarme por la ganadería ecológica y otros modelos alternativos de producción de alimentos con menos impacto ambiental, social y en la salud.

2) Existe una estrecha relación entre el sector ganadero y agrícola dado que el agrícola sirve como fuente de alimentación al ganado. El aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera, la subida de temperatura que se  proyecta para Extremadura – de 2º C para 2025 en escenarios conservativos y entre 2,5 y 3º C según escenario A2 – y los cambios en los patrones anuales y estacionales de precipitaciones se sabe que afectarán de manera significativa al volumen, la calidad y la estabilidad de la producción de alimentos y al entorno natural donde se practica la agricultura; esto no sólo afectará a la disponibilidad de recursos para la alimentación humana sino que afectará a la alimentación animal. ¿Qué cambios o anticipaciones podrían hacerse en agricultura que pudieran evitar o minimizar las consecuencias sobre la alimentación del ganado y el entorno en que se mueve?

Hay que caminar hacia modelos menos dependientes de los insumos especialmente en rumiantes en la medida que al alimentar con granos (cereales o leguminosas) a los animales estamos quitando tierras de labor para producir esos alimentos de alto valor calórico y proteico para las personas. Además está demostrado que las carnes, leches y huevos de animales con dietas altas en pasto son más saludables. Paralelamente un consumo racional del pasto hace que aumente la materia orgánica de los suelos (ver www.manejoholistico.net) y por tanto se secuestra el CO2 que sobra en la atmósfera. La estrategia 4×1000 abanderada por la FAO y la COP22 que han vuelto la mirada a los suelos como grandes sumideros de carbono (segundo mayor después de los océanos).

3) Los efectos negativos esperados para el ganado de un incremento de la temperatura tienen que ver con la modificación de las pautas de ingestión de alimentos, el aumento del estrés en los animales – efectos en inmunodepresores y sobre la reproducción -, mayor frecuencia de plagas y enfermedades, variación de la disponibilidad de recursos forrajeros y pastos, variación de ciclos vegetativos – pautas de pastoreo y puesta de huevos y partos -. ¿Cómo cree que el sector podría anticiparse o paliar estos efectos negativos?

Hay que construir sistemas agroganaderos resilientes con capacidad para “encajar estos golpes”. Por ejemplo: más eficiente uso de recursos naturales (lo contado sobre manejo holístico), volver a las razas autóctonas (mejores madres, más longevas, resistentes a enfermedades, muy hechas al contexto de cada lugar, entre otros) y por encima de todo aumentar la rentabilidad que no es más que ir a la mejor relación posible ganancias/gastos. Se nos ha olvidado que de poco sirve facturar 100.000 si mis gastos son 90.000. Mejor Ingresar 30.000 y gastar 15.000 que van menos recursos y esfuerzos en el proceso y encima me deja más beneficio.

4) Existen, a su vez, determinados efectos positivos que puede generar el aumento de temperatura. Por ejemplo, un incremento en la productividad de los pastos y menos muerte de ganados por frío. ¿Qué es el pastoreo holístico? ¿Se tiene en cuenta este efecto positivo de incremento de la productividad con incremento de temperatura?

Más bien es al revés. Un aumento de la productividad de pastos aumenta el secuestro de carbono. Por cada kg de materia seca que producen las hierbas sobre el suelo han creado otro kg bajo suelo. Si damos un tiempo de recuperación adecuado y no comprometemos las raíces ese bombeo de carbono será por pulsos de crecimiento-democión (cuando los animales comen). Esto no es posible con el pastoreo estante-continua, sino con una correcta gestión de infraestructuras, animales y tiempos de recuperación del pasto. Una finca en la que estuve investigando en Reino Unido aumentó su materia orgánica entre un 4 y 5% en cinco años gracias a estos modelos de pastoreo. Esto suponen muchas decenas de toneladas de carbono que han vuelto al suelo. El balance es muy positivo frente a las emisiones de GEI de los rumiantes. El año pasado hemos iniciado un estudio entre ganaderías comprometidas, Universidad de Extremadura, Asociación Trashumancia y Naturaleza, WWF y ACTYVA, S. Coop para comprobar cómo se comporta el modelo en la dehesa. En tres años podremos ver resultados y comparar.

5) La variación del ciclo de precipitaciones generará efectos negativos que tienen que ver con una menor calidad y disponibilidad de los recursos hídricos, con una reducción de los pastos, degradación de suelos, mayor gasto de distribución de aguas, aumento de enfermedades y muertes de ganado por estrés hídrico, mayor competencia por recursos hídricos, etc. De nuevo, ¿cómo podríamos anticiparnos y minimizar estos efectos negativos? ¿Apostando por algún tipo de práctica?

Además del uso eficiente del agua y mejorar su ciclo (aumentando la materia orgánica que es como una esponja para el líquido elemento), en sistemas sermiáridos ha funcionado muy bien la línea clave. Que es una labor (como un subsolado profundo) que permite retener muchísimo agua en nuestra fina. Pensemos que en la dehesa caen de promedio 500 l por m2. Esto es como un depósito típico cúbico por la mitad. En total son 5 millones de litros de agua por hectárea. Es mucha agua que bien gestionada podría revertir en el sistema y en nuestra economía.

6) Respecto al aumento de la frecuencia de fenómenos extremos – lluvias torrenciales, incendios, olas de calor, inundaciones – surge la necesidad de aumentar la inversión adicional en infraestructuras ganaderas, se esperan daños en infraestructuras ganaderas, aumento de muertes de ganados, mayor riesgo de inundaciones y escorrentías, incendios, etc. Contra estos fenómenos extremos, ¿cómo podrían minimizarse los riesgos para el ganado y para la economía del ganadero? ¿Conoce prácticas que se estén desarrollando en otros territorios que podrían ser replicables al territorio extremeño para tener solucionadas estas cuestiones? ¿Sabe si el sector de los seguros responde bien a las consecuencia de estos desastres o es una cuestión que debe hacerse frente desde las administraciones?

Hay que mejorar el estrato arbustivo y arbóreo de nuestras fincas. Hacer setos y “techados” vivos que protejan a nuestros animales de las inclemencias (sobre todo sol abrasador) y al suelo del efecto pernicioso de lluvia y viento. Los sistemas agrosilvopastoriles de los que somos maestros (la dehesa) son las respuesta que están dando desde China, África a EEUU y nosotros que somos los inventores estamos dejando que se muera. Una lástima. Los seguros son paños calientes, las medidas se deben centrar en la prevención.

7) En las explotaciones ganaderas, los principales gases de efecto invernadero (GEI) producidos son el metano (CH4), asociado a la fermentación intestinal de los rumiantes como el vacuno, ovino y caprino y por la descomposición del estiércol en condiciones anaerobias; y el óxido nitroso (N2O) que se genera durante el almacenamiento del estiércol y la conversión de nitrógeno en los suelos.

A pesar del problema de la generación de GEI a partir de los residuos ganaderos, estos también tienen un aspecto positivo como abonos capaces de aportar al suelo un potencial de materia orgánica importante y mejorar la productividad de los suelos agrícolas. El uso de estiércol animal en la agricultura tiene efectos positivos sobre las propiedades del suelo y la productividad de los cultivos y supone una alternativa de reutilización que puede reducir el impacto ambiental de estos residuos. ¿Es esta la solución para cerrar el ciclo? ¿Qué otras prácticas se le ocurren? ¿Cómo ve a Extremadura de avanzada en este sentido y cómo podría ampliarse y cerrarse el ciclo, más teniendo en cuenta la apuesta por una economía circular?

Los estudios sobre emisiones de GEI en relación a los rumiantes se han hecho en sistemas intensivos sin ciclo de nutrientes por tanto no tienen en cuenta el factor secuestro vía pasto (pues no pastorean). En nuestros sistemas la solución es cebar menos y pastorear más. Saber vender eso como más saludable y mejor para el medio ambiente y el mercado dirá. Con nuestro sistema productivo la producción de estiércoles es anecdótica. No así el deterioro de suelos o deforestación por ganado mal gestionado. Es más prioritario desde mi punto de vista que el ciclaje de los estiércoles. No son un problema en Extremadura pues la demanda es mayor que la oferta.

8) ¿Qué opina sobre la “sobrecarga ganadera” que experimentan algunas dehesas y cómo cree que esto puede influir en el medio – largo plazo en la alimentación y mantenimiento del propio ganado? ¿Qué medidas deberían tomarse para conseguir que el ganadero pudiera interiorizar lo negativo de la sobrecarga ganadera a la vez que no se viera perjudicado desde el punto de vista económico? ¿Qué propone la PAC para solucionar todos estos aspectos? ¿Lo regula de alguna manera?

La PAC ha sido quien ha generado la mayor deforestación de la dehesa. Primero al primar a la vaca por encima de las demás especies (en 7 años se duplicó el número de vacas en la dehesa en los 1990) y luego con el coeficiente de admisibilidad de pastos (en realidad Bruselas creó el puñal pero quién lo empuñó fue el Ministerio con la ineptitud de las administraciones regionales que no supieron oponerse en su día). El problema no es la sobrecarga sino el sobrepastoreo, no respetar el tiempo de descanso de hierbas, arbustos, árboles. Antes con la trashumancia no había ese problema pues salían los animales mínimo 5-6 meses al año. Con las cercas en los 1960 y la desaparición de la mano de obra se pasó a un sistema estante y por tanto al sobrepastoreo. Hay que recuperar la rentabilidad y la vía es que el ganadero comprenda que ganará más dinero siendo un buen gestor de pasto que un gestor mediocre de ganado.

9) Qué oportunidades ve que podrían darse en los municipios extremeños para retener a la población joven en el medio rural realizando actividades relacionadas con agricultura y ganadería, por ejemplo. ¿Es la especialización en métodos como la ganadería holística una oportunidad profesional?

El manejo holístico no es una oportunidad en sí misma pues ofrece un aumento de rentabilidad vía menos costes no aumento de ingresos (como el sería el caso de ganadería ecológica). Las dos de la mano más transformación y venta directa (quedando el valor añadido en Extremadura) podemos cuadrar el círculo. En Freixo do Meio, dehesa de 500 ha en el Alto Alentejo, trabajan 30 personas y sólo con lo que producen allí. Han multiplicado por 15 la empleabilidad de la dehesa. Es un ejemplo.

Muchas gracias por su tiempo e interés.