En una entrada anterior recogíamos las 3 primeras fases que habitualmente pueden seguirse – aunque luego se realicen adaptaciones considerando la realidad del territorio – para el desarrollo de un plan local de adaptación al cambio climático.
A continuación, compartimos las siguientes 3 fases:
Fase 4 – Evaluar y seleccionar las medidas de adaptación. El objetivo de esta fase es establecer unos criterios de selección de medidas que sean adecuados a la realidad del municipio, identificar los métodos apropiados para priorizar y seleccionar las medidas que sean más eficientes y oportunas.
Para la ejecución de esta fase se llevan a cabo a una serie de etapas:
1) Priorización de medidas de adaptación: en esta etapa, se definirán los criterios de priorización; ejemplo: coste – beneficio, complejidad, competencias municipales, disponibilidad de recursos humanos, co-beneficios, etc. Se selecciona el método de priorización
2) Selección definitiva de medidas: se deben escoger aquellas que sean más robustas, eficientes y efectivas desde el punto de vista económico, social y medioambiental.
Fase 5 – Implementar las acciones de adaptación. El objetivo era articular la adaptación con el resto de políticas municipales y definir un plan de acción.
Para la ejecución de esta fase se llevan a cabo una serie de etapas:
1) Planificación de la adaptación: se define el enfoque, la naturaleza, el alcance de plan, la hoja de ruta, los factores que condicionan el proceso – favoreciendo o entorpeciendo – etc.
2) Diseño de la adaptación: se definen las medidas y mecanismos para ponerlas en marcha. Algunas medidas se implementarán en el corto plazo, otras en el medio plazo y otras en el largo plazo. Se recomienda hacer una ficha descriptiva de cada medida y si es posible, presupuestarla e identificar fuentes potenciales de financiación o vías para llevarla a cabo. Otras medidas estarán dentro de las consideradas como “blandas” y no requerirán inversión económica, sino inversión de tiempo y voluntad ciudadana.
Fase 6 – Monitorización y evaluación. El objetivo de esta fase fue identificar una serie de indicadores adecuados al nivel de ejecución, la consecución de los objetivos y planificar los instrumentos de monitoreo y evaluación que sean necesarios para evaluar el cumplimiento de las políticas de adaptación y de las medidas de adaptación seleccionadas.
Para la ejecución de esta fase se llevan a cabo una serie de etapas:
1) Establecimiento de las bases del sistema de monitoreo y evaluación: aquí se define el objetivo de la evaluación, el objeto de evaluación y el tipo de evaluación.
2) Diseño y planificación del sistema de monitoreo y evaluación: aquí se definen los indicadores, la periodicidad del monitoreo y evaluación, los medios para recopilar la información, los sistema de alerta si fuera necesario, etc.
Todo lo anterior, contiene todas las fases y etapas que “formalmente” se deben planificar a la hora de realizar un plan local de adaptación al cambio climático. Una vez que se pone en marcha, se deberán realizar ajustes que vayan en concordancia con la idiosincrasia del territorio así como con los datos disponibles. No es lo mismo abordar un proceso de adaptación en un municipio pequeño que en uno grande, en un municipio con cultura participativa que uno sin él, en un municipio de carácter emprendedor que en un municipio más pasivo. Son múltiples los factores que pueden influir en el desarrollo de un plan de adaptación pero una prioridad debería ser lograr la implicación de la ciudadanía y aumentar su conciencia y familiarización con aspectos relacionados con el cambio climático.
Además, aunque la anterior es una metodología “formal”, a su vez, se pueden hacer variaciones y escoger, por ejemplo, entre:
- Adaptación basada en ecosistemas: se trata de hacer uso de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas como parte de una estrategia de adaptación para ayudar a las personas a adaptarse a los efectos adversos del cambio climático. Usa una gama de oportunidades para la gestión sostenible, la conservación y restauración de ecosistemas para proporcionar servicios que permitan adaptarse a las personas a los impactos del cambio climático. El objetivo es mantener y aumentar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad de los ecosistemas y los seres humanos frente a los efectos adversos del cambio climático. La adaptación basada en ecosistemas se integra dentro de las estrategias de adaptación y desarrollo (Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, 2009).
- Adaptación basada en la comunidad: se trata de una adaptación local impulsada por la comunidad. La atención se centra en el empoderamiento y la promoción de la capacidad de adaptación de las comunidades. Es un enfoque que tiene en cuenta el contexto, la cultura, el conocimiento, la organización y las preferencias de las comunidades como el punto fuerte.
Hay numerosas clasificaciones. En próximos capítulos se comparte toda la información sobre tipología de medidas y buenas prácticas que ponen en marcha.
Fuentes consultadas:
- Observatorio Regional de Cambio Climático – http://www.observatorioclimatico.es/
- Ministerio de Agricultura y Pesca, ALimentación y Medio Ambiente – http://www.mapama.gob.es/es/
Guía metodológica para construir planes locales de respuesta a desastres naturales incluyendo el enfoque de adaptación al cambio climático: http://dipecholac.net/docs/files/228-guia-metodologica-cc-en-planes-de-respuesta.pdf